5 Maneras de enseñar a los niños y las niñas un uso seguro de las tecnologías
Lynette Owens ha escrito un artículo en Washington Post en el que presenta 5 puntos desde la colaboración y participación familia-centro educativo para la educación trasversal en los medios digitales del alumnado
1. Fomentar el liderazgo de la familia
Hay muchas comunidades, offline y online, en las que se discute sobre el uso seguro y responsable de las TIC en los centros educativos y los hogares. Si formas parte de alguna asociación (por ejemplo, una AMPA), invita a un/a experto/a para dar una charla o reúne recursos gratuitos, puestos a disposición de todas las familias en Internet; por ejemplo, aquí hay varios sitios para familias recomendados: bit.ly/J8Ir62
2. Hacer que el AMPA se comunique con regularidad acerca de cómo se usa la tecnología en las aulas, en cada curso y cómo los alumnos y las alumnas están siendo formados en la ciudadanía digital y conocedores de aspectos técnicos a la vez.
3. Los Padres han de saber cómo el uso adecuado de las TIC en el centro educativo responde a criterios fijados en el Reglamento de Régimen Interno del instituto o colegio; pueden concretarse reglas y normativas a parte, en la reunión de comienzo de curso, y pedir a los tutores y tutoras legales del alumnado que firmen el documento, para asegurar que todos/as saben lo que constituye una transgresión de esa normativa y cómo se verá reflejado en el expediente.
4. Seamos creativos para ayudar a otras familias y sus hijas e hijos a usar la tecnología en conjunto. Los centros educativos y las familias no deben limitar la discusión a la seguridad y responsabilidad, sino también al éxito en el manejo a nivel de usuario/a por parte de los niños y las niñas. Iniciar un aprendizaje juntos y juntas en el hogar, en familia, que se vea impulsado por actividades y eventos organizados por AMPAS, asociaciones y centros educativos asegura alcanzar todos los fines que queremos lograr: inmigrantes digitales alfabetizados/as y nativos/as digitales ciudadanos/as
5. Reconocer el uso positivo de la tecnología, sea de forma informal o formal, en las instituciones académicas y en las casas de todos y todas.